México abre las puertas a los máximos exponentes del Hard Rock a nivel mundial, después de más de 20 años de haber pisado el palacio de los deportes regresaron los hijos pródigos.Como si el cielo de la ciudad se abriera después de la ultima tonada de “The Cult” se vio llegar las camionetas que transportaban a la banda de “Guns & Roses”, seguidas de las moto patrullas que los escoltaban. En ese momento se abrió el cielo y salió la luna iluminado cada rincón del Foro Sol.
Axl apareció en el escenario sentado en un trono que parecía simular una concha de mar totalmente iluminada, justo en medio del escenario, esto debido a la fractura que el músico sufrió hace unos días.La gente se encendió con “Mr. Brownstone” y “Chinese democracy”. Pero el éxtasis llego gracias a “Welcome to the jungle”. “Double talkin’ jive”, “Estranged”, “Rocket queen” e incluso el cover al grupo Wings “Live and let die” eran también cantadas por todos los presentes.
Con un público acostumbrado a los mejores conciertos que se han presentado últimamente en México, esta noche no fue la excepción y la música sonó sin escatimar en luces, fuegos artificiales y hasta cañones con fuego. Incluso a la mitad del show tres bailarinas exóticas aparecieron para deleitar al público masculino, mientras se escuchaban canciones como “You could be mine”, “Attitude” y “This love”.
El momento de los “Guns N’ Roses” fue cuando ejecutaron uno de sus himnos: “Sweet child of mind”, que hizo que el público eufórico regresara al menos dos décadas al pasado cuando la banda irrumpió en la escena musical.El show continuó en una noche en la que no pudieron faltar otras canciones importantes de la carrera de la banda estadounidense, como “November rain”, “Knockin’ on heaven’s door” —cover del músico Bob Dylan— y “Paradise city”, con la cual cerraron el primero de dos conciertos en esta ciudad antes de emprender su tour por Estados Unidos.
Foto por Lulú Urdapilleta
Texto por Paco Aguayo
Video cortesía de Paco Aguayo