A pesar de que a algunos kilómetros de diferencia estaba el concierto de Demi Lovato, cerca de 3 mil quinientos mexicanos se dieron cita en el Pabellón del Cuervo del Palacio de los deportes para disfrutar del Balkan Fest, cuyo objetivo es promover la “nueva expresión musical” de la región Balcánica, entendida como la diversidad y mezcla de ritmos y lenguas entre distintas nacionalidades.
Después de que Disko Balkan abriera el Festival de Música Balcánica de este año, con música folk, Eurhopa Orkestar fue el segundo a bordo que encabezó la edición 2016 del Balkan Fest. En medio del sonido de las trompetas y los tambores, se escuchaban gritos de alegría de todos los amantes de la música balcánica. De vez en vez, las clarinetistas de la orquesta ponían candor al escenario con solos y sensuales movimientos entre pieza y pieza. Nunca hubo canciones tranquilas,todas eran como para huarachear.
Después de cierto tiempo de faldas largas y huarachazos, vino Burning Caravan, banda “franco-chileno-colombiana” según el vocalista, quienes tras una enérgica presentación de música “Gypsy-punk” con influecias del jazz,blues y swing, conquistó los corazones, los pies y las manos de todos los que asistimos al evento (más de 3 mil personas). El ritmo era tan pegajoso, que hasta un par de integrantes de la “Eurhopa Orkestar” bailaban en la pista, ahora junto a su público durante varias piezas.
Más tarde, La Banda Regional Mixe, dejó palpar el orgullo oaxaqueño de sus músicos al ritmo de la tambora, trompetas y demás instrumentos de percusión. Durante este número, el niño que tocaba el güiro se llevó la noche y la atención de las cámaras por su singular estilo para seguir el ritmo de cada tema interpretado por los músicos de la banda. “¡Arriba los de Oaxaca!” decía el vocalista y cientos de personas le corearon y aplaudieron.
El tema original de Henri Mancini “The Pink Panther” fue el que anunció la llegada de la banda más esperada:“Emir Kusturica & The no Smoking Orchestra” quien saludó diciendo “Hola México; hola Chiquitas” . Tras la primera canción, el músico de origen Serbio, se dio el tiempo para presentar a los miembros de la orquesta que hacían posible una noche llena de pasión, energía, humor gitano y buena vibra para danzar.