Texto: Ginn Tonic
Fotos: María José Thielve
Nuestras vidas se dejaron llenar de un instante que permanecerán por mucho tiempo. Así la noche del 30 septiembre en el concierto de Peter Hook, que dio uno de los mejores conciertos en lo que va del año.
Y si bien no fue la primera vez que el ex integrante de Joy Division y New Order, la ocasión se volvió única por la nostalgia y energía que se destiló en el Pepsi Center.
Sin parafernalia ni distractores, sólo Hook, su banda y el público, todos iluminados por luces de diferentes colores, cobijados bajo una estridencia melódica que fue dividida por temas de New Order y posteriormente, para deleitar con una segunda parte frenética con temas del Substance de Joy Division.
Las primeras notas empezaron a caer con “In A Lonely Place”, para ser seguida por “Procession” y “Cries and Whispers”. Y después de eso, todo fue magia y un baile imparable de voces que reflejaron una euforia de la que el mismo Peter fue contagiándose mientras transcurría la noche.
“Ceremony”, fue el primer corte que sonó de Joy Division, enigmático por ser el precedente de New Order y por constituirse como el último que realizaron como antes de la muerte de Ian Curtis.
De tal forma se esfumaron los minutos, con bailes y gritos que ovacionaron hasta perder la voz temas como “Digital”, ‘Transmission” y luego para detenerse en un punto a disfrutar de “Dead Souls” y “Atmosphere”, en los que casi, inevitablemente, algunas lágrimas brotaron en algunos asistentes, por estar entre el éxtasis y el frenesí, momentos que fueron dando pie al cierre con “Love Will Tear Us Apart” y despedir a uno de los más importante personajes de la música post punk de los últimos años.
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