TEXTO: Xamanek López / Foto: Cesar Vicuña (OCESA)
No tiene mucho que la banda nos visitaba para festejar sus 30 años y algunos fans no se dejaban de preguntar ¿Cuándo saldrá algo nuevo de los Cadillacs? Y ese momento es ahora, La Salvación de Solo y Juan era el motivo por el que nos encontrábamos para disfrutar su concierto en El Palacio de los Deportes. Una grabación diferente, sin percusiones pero con dos baterías, sin Sergio Rotman en el sax y con los hijos de algunos ya en la banda.
Como era de esperarse, Sergio no vino a la ciudad, mucho menos las percusiones, pero hicieron un show a la manera Cadillacs, una fiesta cuando se tenía que hacer y momentos de reflexión (muchos) para bajar los ánimos del público que siempre se entrega a la banda, sea un Foro Sol o un Auditorio Nacional. Las canciones nuevas como unidad, no son tan potentes como lo son en orden con el disco y eso se reflejaba en la audiencia, ya que eran los momentos más bajos del show, pero una vez que los clásicos sonaban, era todo imparable.
Éxitos como “Saco Azul” “Contrabando de amor” “Mi novia cayó en un pozo ciego” prendían a los fans, obviamente el combo de canciones que exalta el sentimiento, la voz o el pudor de bailar, siempre será “Mal Bicho -Matador” todos se vuelven uno y ellos lo saben. Poco más de dos horas, nos entregaron temas del nuevo disco, mezcladas con los ya conocidos. 21 mil personas fueron a esta fiesta, donde lo que más vibró fue no ver a todos juntos en el escenario.
Para este show, hubo bastantes teloneros, dónde figuró Callate Mark, la banda del hijo de Vicentico y obviamente Illya Kuryaki and the Valderramas que increíblemente y a pesar de su historia en la música Latinoamericana, varias veces he podido verlos y nunca son tan bien recibidos como se debería.
Con el Satánico Dr. Cadillac y unas ilustraciones magníficas a cargo del maestro, el Dr. Alderete terminó una noche diferente en la historia de la banda