Después de que la legendaria banda de heavy metal formada en 1968 anunció su retiro definitivo de los escenarios se publicaron las fechas de la gira mundial de despedida llamada “The End”, la cual incluyó México.
La cita fue el miércoles 16 de noviembre en el Foro Sol, parecía que el clima se preparaba para dar el último adiós a Black Sabbath, las fuertes lluvias se detuvieron justo antes de comenzar el show pero un intenso frío, la luna llena, y una espesa neblina se hicieron presentes en el recinto al aire libre.
A las 8:00pm los integrantes de Rival Sons saltaron al escenario mientras una marea de personas continuaba ingresando al Foro Sol. Tocaron cerca de una hora, en perfecto español, el líder de la banda agradeció al público con la frase “Gracias, vayan con Dios”. Al final de su presentación eran pocos los lugares vacíos en gradas mientras que en general se veía absolutamente lleno de la valla principal hasta la de división con general B,inmediatamente apareció una gran manta al fondo del escenario con el clásico logo morado de Black Sabbath.
Eran cerca de las 9:45pm cuando entre la penumbra creada por los efectos especiales y la neblina producto del clima aparecieron cuatro siluetas y se escuchó la inconfundible risa del príncipe de las tinieblas seguido de un “olé, ole, ole, ole” a lo que los asistentes respondieron con “Sabbath, sabbath”, pronto Ozzy Osbourne, Tony Lommi, Geezer Butler y Tommy Clufetos enloquecieron al público quien ya los esperaba con ansias.
La reunión de la alineación clásica de la agrupación bastó para congregar a más de 60 mil personas en el concierto que comenzó con la canción “Black Sabbath”, pronto los riffs de Tony Lommi destacaron en esta primera melodía y dieron paso a “Fairies wear boots” y “After forever”.
Este show fue diferente, se trató de la última vez que estarían ante sus fans mexicanos, así que la banda se presentó con atuendos elegantes y comportamiento adecuado para la ocasión, esta vez no hubo bromas con fuego ni animales muertos sobre el escenario, en cambio Ozzy Osbourne dedicó tiempo a cada uno de los integrantes para que pudieran lucirse ante el público, de la misma forma reiteró en varias ocasiones su admiración a Toni Lommy a quien calificó como “The one and only” e incluso se arrodilló ante él para hacer reverencia.
Continuaron temas como “Into the void”, “Snowblind” y “War pigs” uno de los temas que hizo brincar más a los espectadores , incluso a aquellos contemporáneos con gran energía que asistieron a despedir a sus ídolos de juventud. Para este momento de la noche el coro casi perfecto de “Behind the Wall of sleep” anunciaba que lo mejor estaba por llegar, monumentales solos de batería y guitarra dejaron en claro que la técnica no se pierde a pesar de los años, continuaron con el setlist que incluyó “N.I.B”, “Children of the grave” y “Iron Man”.
Por segunda ocasión Ozzy Osbourne pidió al público que corearan con él “oe, oe oe” , seguido de esto el cantante dijo que cómo regalo de despedida tocarían una canción más, únicamente si escuchaba a los fans gritar “one more song” a lo cual respondieron sin pensarlo, pronto el recinto retumbó con las voces que pedían la última canción.
“Paranoid”, la canción que en palabras de los músicos les tomó menos de 25 minutos crear y fue incluida en su disco de último momento fue la encargada de despedir a los pioneros del heavy metal, con la que se apagaron las luces y el telón se cerró.