Los regios de CLUBZ cada vez se han ido haciendo de un mejor renombre. habiéndose presentado en distintos foros internacionales y abriéndole a bandas del calibre de Tame Impala, como sucedió en el Palacio de los Deportes el pasado 8 de septiembre. Sus beats y estruendo son capaces de poner a retumbar y hacer bailar hasta a los muertos. Orlando Fernández y Coco Santos presentan en su música influencias bastante notorias de lo que era la música electrónica en los años 80 y 90.
A lo largo de este corto periodo de su carrera han soltado material como “Golpes Bajos”, “Épocas” y “El Rollo”, que muy rápidamente fueron reconocidas durante su pequeña presentación como teloneros de Technicolor Fabrics. Partícipes también de una corriente independiente que poco a poco se ha ido haciendo brecha gracias a plataformas como Soundcloud y Bandcamp, en las cuales se puede encontrar gran parte de su material producido.
Una decoración de fondo con mantas coloridas y unas luces en el mismo tenor, ambientaban apropiadamente el siguiente número de los connacionales autóctonos de Guadalajara. Comandados por Juan Pablo L. Corcuera en la voz y con dos invitados adicionales en el escenario, dieron rienda suelta y no escatimaron en comenzar la primera parte del repertorio con sus éxitos. Promocionando su más reciente producción “Bahía Santiago”, sonaron también temas de sus antiguas producciones.
Equipo de calidad y el constante reconocimiento y agradecimiento por parte de Juan Pablo por ayudar y apoyar la música independiente, que poco a poco se ha ido permeando cada vez más a través de medios como YouTube, Soundcloud y Bandcamp. Crear música y llevarla a producción es todo un reto que implica desde conseguir equipo de calidad decente, como guitarras, pedales de efectos, amplificadores y todo lo que consiste el “backline”, comprendido por softwares, consolas, micrófonos y equipo de mezclas. Transportar los instrumentos, arreglar eventuales disputas y desacuerdos por sonar de tal o cual modo y por el simple hecho de que cada quien desea hacer un aporte en particular. Todo sin descartar los ensayos y la producción y manufactura del diseño de carátulas, serigrafías y la línea para obtener material en serie. Por ello agradecían comprar y apoyarlos del modo legal. Vaya que traían equipo de gama alta, como un bajo Rickenbacker, una Telecaster Thinline y los controladores de sonidos sintéticos.
Temas como “Frequency”, “Todo”, “Nunca Nada” y uno muy solicitado por los asistentes con gritos desgarradores como fue “Ruleta”, con la cual no dudaron en complacer a sus seguidores y cerrar el concierto con ella. Desde el principio del evento se divisaba una bomba de aire a un costado del escenario, pensando que probablemente soltarían papeles durante alguna canción. La suposición resultó ser cierta y la vimos trabajar en 2 ocasiones, lloviendo y amenizando los momentos clave de un par de canciones, con lo cual las lágrimas desbordaban y las cámaras de los teléfonos apuntaban para capturar tal momento.
En medio de sonrisas, aplausos y muchos halagos para los integrantes, la banda se despedía tomando fotos con los asistentes de fondo. Todo concluía cuando Dan Salazar caminaba fuera del escenario lanzando las baquetas que Abraham López utilizó durante aquella noche de beats coloridos.