Siempre que uno se remite al nombre de Björk se refiere a un potencial artístico muy alto. Con una carrera impecable, la islandesa es la Reina Midas. Es muy complicado negarse ante algo que provenga de ella. El fraseo que tiene, la interpretación en vivo y la forma que tiene de percibir y del mismo modo transmitir es capaz de conmover multitudes. Este año comenzó con mucho consentimiento para México, trayéndonos varios conciertos de alta calidad en apenas 3 meses. Podemos decir que anoche se inauguró una semana islandesa con el concierto de Björk, secundado por el festival CEREMONIA el próximo sábado, para culminar con un par de fechas de Sigur Rós en el mejor escenario de México, el Auditorio Nacional.
No se veía que en algún momento pudiéramos experimentar lo que anoche: Un conjunto de cuerdas y una sola voz. Björk ya había venido al país en marcos de festivales, pero nos tomó por sorpresa que se anunciara su primera vez en la Ciudad de México en un concierto privado; ella sola, sentados, expectantes y un público muy bien portado que ahogaba lágrimas y contenía las ardientes ganas por capturar el momento con su teléfono. La artista pidió que se evitaran las fotografías. El boleto fijaba la hora de 20.30 hrs., pero pasó un poco más para que por fin las luces se atenuaran, los integrantes salieran al escenario, el director, y finalmente envuelta en un extravagante vestido y con una máscara la admiración de muchos, la musa. Unos cellos anunciaron el comienzo de “Stonemilker”, seguidos por una viola que pareciera que se duele con la canción. Un repertorio que en su gran mayoría incluyó canciones del más reciente álbum “Vulnicura”, intercalados con el álbum “Homogenic”, el cual cumple 20 años, así como también de las producciones “Debut”, “Volta” y “Vespertine”.
Tuvimos una primera parte de 6 canciones del “Vulnicura”, con el orden tal y como aparecen en el álbum: “Stonemilker”, “Lionsong”, “History Of Touches”, “Black Lake”, “Family” y “Notget”. Un tanto parca al comienzo y al parecer con una pequeña complicación en la garganta. Poco a poco se fue desenvolviendo con sus movimientos de mano característicos y ladeos de cabeza. Algo curioso es que fue muy notoria la ausencia de percusiones, lo cual lo hizo aún más íntimo y emotivo. Nos fuimos a un intermedio de alrededor de 20 minutos.
Para el regreso, Björk decidió regresar con un tema muy melancólico, “Aurora”, del disco que tiene el mismo tenor de tan suaves texturas y progresiones como es el “Vespertine”. Vaya manera de regresar. La gente se deshizo en aplausos y gritos ante las primeras vibraciones de cuerdas de los cellos que anunciaban “Jóga”, uno de los temas más conocidos y queridos por sus seguidores. Entre estrofas la gente no podía contenerse para alabarle, para aplaudirle. Del disco “Volta”, decidió continuar con “Vertebrae by Vertebrae”, aunque fue un poco extraño escucharla sin todos sus elementos electrónicos, pero no por ello fue menos apreciable. No podía faltar “Bachelorette” del cumpleañero disco “Homogenic”. Época dorada cuando estos temas vieron la luz. Lujo para nosotros escucharlos en un sentido más puro la noche de ayer. Si uno se volteaba al público podía leer en los labios versos como “I’m a path of cinders // Burning under your feet // You’re the one who walks me // I’m your one way street”.
“Quicksand” y “Mouth Mantra” eran los únicos 2 temas que restaban para haber escuchado el “Vulnicura” en su totalidad. Aplausos y ovaciones porque venía una pequeña pausa. La sorpresa de mucha gente al escuchar algo proveniente del álbum “Debut”. Se trataba de “The Anchor Song”. La canción fue trabajada y ajustada para un cuerpo de cuerdas, pues en la versión original son puros latones los que están en juego. Björk escogió “Pluto” para cerrar, como en conciertos previos ha hecho. Lejos de sonidos sintéticos, fue interpretada de una manera impecable. La ejecución por parte de las cuerdas le dio un sazón muy distinto, otra dimensión, un sentir más para contemplarse. De ese modo se cerró la noche, con la esperanza de que tal vez saliera de nuevo. Un privilegio, un deleite presenciar los temas ejecutados del modo en el que ocurrió anoche.
Foto por Santiago Felipe.