Como si el nombre del evento se tratara de un augurio, el festival se llevó a cabo entre el infierno y el cielo. Desde días previos al concierto se pronosticó mal clima, sin embargo, desde las 14:40 del viernes 4 de mayo Pressive y Thantra fueron las bandas responsables de inaugurar el concierto.
Conforme avanzó el itinerario el cielo se tornaba de un color gris que anunciaba la inminente llegada de una intensa lluvia; Cerca de las 16:40 horas Ágora apareció en el Heaven Stage en donde ya se encontraba un grupo de fans esperando, los mexicanos aprovecharon para tocar las canciones que los han mantenido en el gusto de la gente pero también para presentar algunas de sus nuevas producciones.
El hecho que poner el evento en viernes fue una desventaja, en las entradas del autódromo Hermanos Rodríguez se podía observar a muchos asistentes corriendo para lograr entrar a tiempo al evento mientras cambiaban ropa de oficinista por la playera que compraron en los muchos puestos de souvenirs.
Mientras tanto el escenario principal recibió a De la tierra quienes fueron recibidos por un pequeño pero bastante animado grupo de personas que venían con toda la actitud de divertirse, bastaron unas cuantas palabras del vocalista para que el público no dejara de brincar y corear una tras otra canción: “¿Estamos en un concierto de metal o en uno de Paulina Rubio”, comentó Andrés Giménez, vocalista.
Kadavar y Testament fueron imponentes durante su presentación, el cielo ya estaba bastante nublado para el turno de Refused, uno de los shows que combinó momentos de sonidos fuertes con algunos más “bailables” y que sin lugar a dudas hizo sufrir al personal de seguridad pues el vocalista Dennis Lyxzén decidió cantar lo más cercano a sus fans posible para después simplemente saltar del escenario y dejarse llevar por la gente.
Lo que todos esperábamos ocurrió, comenzó el infierno. Como si se tratara de efectos especiales una tormenta eléctrica se encargó de poner el ambiente, fuertes relámpagos se observaron durante las presentaciones de The Darkness y Dead Cross; durante el turno de Moonspell el sonido de los rayos se unió al espectáculo como si el cielo rugiera para anunciar a los portugueses quienes ofrecieron un concierto pensado para verdaderos fans, pues el set list incluyó muchas de las canciones más esperadas; sin embargo; intercalaban algunas de las más famosas para complacer al público que aguantó de principio a fin.
Se podía observar a los fans más precavidos con impermeables, algunos afortunados con protectores de plástico improvisados y algunos otros simplemente se resignaron a la inundación, fuerte lluvia y frío viento.
Mastodon en el escenario Corona Hell Stage y Sabaton tocaron como si la tormenta fuera parte de su show y tuvieran todo calculado, no se inmutaron con los fuertes vientos y relámpagos;en el turno de Bad Religion ya era difícil transitar por el recinto que se llenó de agua y lodo pero no fue impedimento para que corrieran de otros escenarios para ver a la banda de punk rock.
Las condiciones climáticas no ayudaron durante el primer día; sin embargo; la entrega del público y resistencia para soportar las inclemencias del tiempo inyectaron de vitalidad a las bandas quienes brindaron un concierto inolvidable.
A las 22:00 en punto llegó el momento de Deep Purple, la banda considerada de las pioneras en el hard rock y heavy metal llegó al escenario para dar cátedra de cómo ser una banda legendaria que está y seguirá en el repertorio de la mayoría de los adeptos e incluso ajenos al género sin importar su edad, comenzaron con Highway star y desde ese momento no hubo segundo en el que los asistentes no cantaran y brincaran.
Finalmente a las 23:20 horas Scorpions, la banda fundada en 1965 llegó para demostrar por qué es una de las agrupaciones que han sobrevivido al pesar de los años, no olvidaron nada, el repertorio incluyó desde las canciones más melosas hasta las más animadas que volvieron a hacer saltar a la gente sin importar que bajo sus pies ya no existía terreno firme por culpa de la lluvia.
La calma después de la tormenta ¡Gracias Tláloc!
Desde las primeras horas del sábado 5 de mayo en redes sociales se vieron muchos mensajes cómicos y algunos más serios en los que pedían a Tláloc para que el segundo día del festival fuera diferente al primero, como si las súplicas a la deidad azteca surtieran efecto, el sábado comenzó con un sol esplendoroso, bandas como Tanus, Tlkas, S7N y Strike Master recibieron a los primeros fans que llegaron al festival.
Las chicas de L7 en el Heaven Stage dieron un poderoso show en el que no necesitaron de mucha producción para captar la atención, cuando llegó el momento de Tankard la situación se volvió más salvaje, al menos 10 personas volaron por los aires entre el público, hubo zapatos perdidos, algunos golpeados pero mucho ánimo, los músicos ayudaron bastante, desde el inicio se notó su intención de interactuar con el público quien contestó de la misma forma.
Gojira, una de las bandas más esperadas tocó en el escenario principal con técnica y entrega más que perfecta, intenso el show de principio a fin no dio lugar a ningún error, las expresiones de los integrantes demostraba que todo fue mejor de lo planeado. La canción Stranded, una de las más conocidas fue coreada de una forma impresionante, el suelo se movía, esta vez no fue un temblor, fue Gojira y todos los asistentes brincando sincronizados.
Llegó el momento de Marilyn Manson quien saltó al escenario con unas pistolas al fondo de la escenografía, después de la mala racha que el “reverendo” ha tenido entre accidentes y polémica afectó el show, interpretó algunos éxitos como Sweet Dreams, Beautiful People, algunas más recientes como Kill4me pero no logró satisfacer por completo a los asistentes de quienes se escucharon bastantes críticas.
Siguiendo al pie de la letra el itinerario, dadas las 20:00 Megadeth apareció en el escenario, por momentos pareciera que el público estaba dividido entre los que profesaban un fanatismo extremo a la banda de thrash y quienes criticaban la frecuencia con la que pisa territorio mexicano, al final la mayoría se fue con un buen sabor de boca pues tocaron como si no hubiera mañana, Mustaine y compañeros subieron a hacer lo que saben y salieron victoriosos y alabados.
A pesar de que la amenaza de lluvia estaba latente, la diferencia con el día anterior fue enorme, los accesos para cambiar de un escenario a otro eran más fáciles de transitar, la mayoría optó por moverse constantemente de un escenario a otro, Tenacious D dio un buen concierto en el Alternative Stage, hizo algunas críticas al Trump que fueron celebradas por los fans, en el otro escenario Overkill tocó con precisión cada una de las canciones de su setlist.
Llegó el momento de Judas Priest, otra de las bandas fundadas en los 60´s que llegó al Hell And Heavn para mostrar por qué se han consagrado como uno de los iconos del género. Judas Priest, considerada como una de las agrupaciones que definieron el camino de del heavy metal mostraron a todos que los años dedicados al metal solo han perfeccionado sus shows en vivo; contaron con una producción digna de un festival internacional, combinaron precisión y talento musical con teatralidad. El vestuario plateado y chamarras con aditamentos metálicos de Rob Halford fueron inconfundibles, ninguno de los integrantes perdieron de vista ningún detalle, fueron despedidos del Heaven Stage con honores.
Después de pasar por el cielo y el infierno llegó el turno de Ozzy Osbourne, el telonero del festival llegó a México como parte de su gira de despedida, es claro que después de dedicar más de media década dedicada al metal tenía que pagar factura, el músico se vio animado desde el principio, el guitarrista Zakk Wylde fue parte fundamental del show, estuvo al frente y lo hizo extraordinariamente. Durante el show hubo tiempo para que todos los músicos tocaran un solo en sus respectivos instrumentos, concluyeron con Paranoid, canción de Black Sabbath.