¿Cuántas veces hemos escuchado sobre alguna banda africana? Es difícil encontrar una banda de tal ascendencia entre las listas de reproducción. Es cuestión de sumergirse y apartarse un poco de toda la cultura mainstream que nos mete a bandas que ya hemos escuchado una y otra vez, con canciones que nos sabemos dormidos y que tienen muchos covers.
Toda la herencia cultural y rítmica que tiene el Jazz, Blues y el Funk fue heredada de ritmos africanos que comenzaron a tener mayor presencia dentro de ciertos segmentos de la población norteamericana a principios del siglo pasado, en específico de los afroamericanos. Así que no nos era ya tan ajeno escuchar una propuesta tan rica y nutrida de percusiones y elementos que la relacionan con las raíces africanas.
Tuvimos el justo placer de presenciar a Antibalas en full-band. A pesar de contar con un espacio muy reducido para la cantidad de músicos en escena, pusieron a bailar a todas las almas del abarrotado Foro Indie Rocks! que desde temprano comenzaron a arrejuntarse frente al escenario. Entre trompetas, trombones, saxofones, batería, guitarras, bajo y muchas percusiones, el sonido era de una tal riqueza llena de matices que por momentos nos recuerda también ritmos como el Mambo por el uso de sordinas en los latones.
Sin importar la hora y si no era fin de semana y al día siguiente muchos tenían que ir a trabajar o a presentar exámenes, la gran mayoría del público se quedó hasta que el último acorde sonó y la última percusión cesó. La entrega que pone Amayo en la interpretación desde la fundación de la banda hace casi 20 años contagia y es uno de los ingredientes de ejecución de esta banda tan infravalorada, pero muy apreciada por quienes se han acercado a sus ritmos.