Cada semana hay nuevos lanzamientos musicales. Algunos muy esperados; otros sorpresivos mientras otros decepcionan; algunos que se mantienen en el under mientras otros tienen una presencia abrumadora de publicidad. En RKO.fm nos dimos a la tarea de indagar a conciencia y con una mirada objetiva sobre lo que han sido los mejores álbumes hasta lo que va del año. Pasamos por el R&B, Post Metal, Post Rock, Drone, Dream Pop, IDM y desde luego por la escena nacional. Aquí los elegidos:
1. Anna Von Hausswolff – “Dead Magic”. La forma que tiene la sueca de transmitir sensaciones por medio de un órgano es algo más que celestial y que le devuelve su sonido sacro, que sumerge la mente en profundos pensamientos y una catarsis que se desarrolla a través de los obscuros paisajes que hay en largas canciones en verdad épicas como “Ugly And Vengeful” y “The Truth, The Glow, The Fall”. El trabajo de cerca con bandas como Sunn 0))) influyó de manera muy significativa en el sonido Drone que dibuja una tenue línea que nubla los terrenos del Avantgarde, combinando la clara incidencia de Lisa Gerrard. Un álbum soberbio.
2. Sleep – “The Sciences”. En vísperas de la popular celebración del 420, mejor conocida como la celebración de la marihuana, la legendaria banda de Stoner Metal y Doom Metal daba un sorpresivo anuncio del cual no había ni la ligera sospecha. Tras la epítome de su trabajo que fue “Dopesmoker”, y tras el cual hubo un largo hiato, la pesada bestia despertaba del estupor y profundo sueño presentando un álbum denso, pesado, al más puro estilo Black Sabbath, con guitarrazos y tarolazos desmedidos. La oda a la marihuana estaba de vuelta. Las estridencias y largas progresiones a través de una grosera pared de amplificadores.
3. Mint Field – “Pasar de las Luces”. Demos un giro y hablemos de lo bien hecho en México. Ver el crecimiento personal y como banda a lo largo de los años es algo que muy probablemente será placentero de ver con el dúo mexicano que basa su sonido en un sutil Shoegaze, que retrata en sus letras vivencias e historias personales. Amor y Estrella han logrado que su álbum debut trascienda fronteras y sea gratamente apreciado en países europeos y regiones en Norteamérica, presentándose en diversos foros y festivales. La melancolía es parte inherente en el sentir que transmite Estrella con su canto.
4. Spurv – “Myra”. Con tranquilidad podemos decir que este álbum será el mejor de Post Metal y Post Rock de este año. La calidad de los matices que los daneses y la observación en cambios tan milimétricos como los compases hacen de él un complejo camino en la escucha. La forma impasible de terminar con una canción que coge influencias de referentes como Godspeed You! Black Emperor, con un diálogo en alemán mientras un tímido piano encuentra la forma de atraernos y ser destruido posteriormente por la tremenda irrupción de las guitarras. Eso es sólo el final del marco, pues al comienzo es cabalgado por unos cornos que anuncian la llegada del compás de 9/8 en la mejor canción.
5. Beach House – “7″. La numerología es una de las preguntas latentes en el séptimo álbum del dúo de Dream Pop, que simultáneamente sumaban 77 canciones en su haber. Los perfiles reservados de Alex y Victoria no dejaban mucho para entrever respecto al significado. El trabajo con ciertos productores trajo consigo un cambio en el sonido, tornándolo más obscuro desde el principio con “Dark Spring” y que se refuerza en “Black Car”, pero que se difumina de una manera que nunca antes habíamos visto en ellos con “Last Ride”, la última canción que tiene un triste e introspectivo piano por delante.
6. Efrim Manuel Menuck – “Pissing Stars”. Sea con Godspeed You! Black Emperor, Thee Silver Mt. Zion Memorial Orchestra o como solista, la figura de Efrim suele mantenerse en algo muy abierto a la interpretación. Este álbum tiene una manera muy peculiar de mantener la atención. Al haber sido grabado en estéreo, hay detalles que aparecen en momentos muy puntuales, sonidos que pudieron haber sido tomados de la naturaleza y otros que germinaron en la cabeza del mismo Efrim en una forma de ejecutar la guitarra que sólo él puede lograr, con estridencias, largos compases chirriantes que coquetean con el Drone y tienen eco en lo Experimental.
7. Jon Hopkins – “Singularity”. El alcance e imaginación detrás del genio creativo del músico y productor, complace de nuevo con sonidos que nos conectan con su mente, donde fueron creados o concebidos, y que a base de tipear cientos de botones y experimentar con distintas modulaciones, llega esta nueva creación. El Chillwave y lo Experimental congenian de manera que por momentos se descubre que es la máscara que usa el Ambient para inmiscuirse con canciones como “Neon Pattern Drum”. El suave sigilo del piano en “Echo Dissolve” y en las canciones más largas lo hacen parte de un sonido que se complementa con el House.
8. Jack White – “Boarding House Reach”. Un disco incomprendido en primera instancia, a primeras oídas, lejos de lo que era el “Lazaretto”, su trabajo previo. Por medio de entrevistas y preguntas concisas, Jack White daba a conocer la verdadera intención del sonido en su tercer disco como solista, en el que escuchamos una influencia de Gospel, Country, Garage y hasta Soul, diseñando guitarras para crear sonidos en específico para canciones específicas. De nueva cuenta, Jack White demuestra su capacidad de innovación y experimentación en diversos campos sonoros.
9. Lykke Li – “So Sad So Sexy”. La sueca presentó su nuevo material tras pasar por situaciones que hicieron un torbellino de emociones en ella. El duelo tras perder a su madre, y el regocijo tras ver nacer a su hijo fueron algunos de los motivos principales que influyeron en el sonido de este disco que se divide en 2 partes: la primera con tonadas más bailables y sonidos R&B, una Lykke que pocas veces habíamos oído. En la segunda parte ya encontramos canciones que incluso nos llevan a sus primeros álbumes, con la nostalgia por cosas que no sucedieron, además de cantarle a la soledad y al dolor que se experimenta consigo mismo.
10. Janelle Monáe – “Dirty Computer”. Con el par de sencillos “Make Me Feel” y “Django Jane”, Janelle redefinió el Soul y R&B que permea en todo el álbum, el tercero en su haber. Haciéndose de colaboraciones con Grimes para el sencillo “Pynk”, con Pharrell Williams con “I Got The Juice”, así como también con Brian Wilson. Cabe mencionar que estos fueron papeles secundarios, lo cual da una buena definición sobre lo que es una colaboración, a comparación de otros trabajos. La técnica y la producción está balanceada de modo que, aunque se perciben las capas y el característico “copy-paste” de voces y efectos, no cae en lo abrumador y rescata sonidos orgánicos de guitarras acústicas, como en “I Like It” y “Stevie’s Dream”.
11. Leon Bridges – “Good Thing”. Con menos de 30 años, Leon Bridges es una de las jóvenes promesas del Soul. El texano presentó su segundo álbum un sonido cercano y fiel al sonido conservador del Soul, aunque menos marcado que en “Coming Home”, su primer álbum, estableciendo una diferencia que es marcada por el uso de recursos electrónicos y eventuales guitarras “blueseras”, creando un groove y un jam exquisito que termina sus líneas finamente trabajadas por las voces corales. Excelente disco para acompañar con luz tenue y un whisky en las rocas.
12. Father John Misty – “God’s Favorite Customer”. A un año de distancia, Tillman vuelve con un disco más personal, con letras menos protagónicas en el sentido de que ahora habla sobre los otros, sobre su esposa, sobre lo que los demás mueven internamente en él; llámense emociones, remoción de recuerdos, historias inconclusas y demás. Un sonido más austero se apropia de la producción, y tal vez haya menos drama en las presentaciones en vivo y sí más desenvolvimiento en el piano con temas de letras tan sensibles como “The Songwriter”, en una de las mejores letras amorosas que hayan salido de su puño.
13. David Byrne – “American Utopia”. Muy distinto a lo que conocemos de él con Talking Heads, David presenta este disco en solitario como una carta de protesta ante la sociedad utilitarista en la nos estamos convirtiendo, siendo fuertemente influenciados por el uso de la tecnología a diario para resolver nuestros problemas, pero que ahora nos vamos despersonalizando poco a poco mientras nuestra vida, intimidad y privacidad se la cedemos a un dispositivo móvil que nos ayuda a mentir y mostrar caras y máscaras de una vida que no llevamos. Una apología a lo que George Orwell describía en su libro “1984″. Un disco que es un jalón de orejas a todos como sociedad.
14. A Perfect Circle – “Eat The Elephant”. La administración del actual presidente de los Estados Unidos de América ha desencadenado una ola de protestas que toman más fuerza con personajes que tienen gran número de simpatizantes. Los colores de la portada y las letras del cuarto disco del súper grupo comandado por Maynard supuso un fin a 14 años de larga espera. El álbum separó a algunos seguidores por no conservar el dinamismo del segundo y que no supieron comprender la evolución del sonido y la melancolía que ahora Maynard produce con el piano, y que en algunas canciones recuerda trabajos como los que ha hecho con Puscifer.
15. Superorganism - “Superorganism”. Con una duración menor a una serie de televisión, Superorganism llega con un disco homónimo que muestra los mixes que hacen de su Electropop algunas de las canciones más pegajosas que estuvieron en los principales carteles de las canciones más escuchadas. Por momentos se saturan algunas capas y que hace que se pierda entre las producciones convencionales de hoy día, pero de alguna manera pareciera que son sólo algunos puntos extremos y que después el búmeran de sonido los retorna a otro punto menos abrumador.
16. MGMT – “Little Dark Age”. Opiniones dividas con el cuarto álbum, el cual es considerado por varios como el mejor que han compuesto hasta ahora, pasándole encima al “Oracular Spectacular”, de donde vienen varios himnos de ellos. La reformación del Indie Rock con Neopsicodelia para este nuevo material conforman un sonido más sólido en el que podríamos ver un renacer en la banda. Hasta cierto punto es un sonido con más tendencia hacia el Pop, haciendo del disco un material más accesible para quien les escucha por primera vez. Sí, hay mucha mano de producción, pero la presencia de sintetizadores y lo experimental en lo electrónico ha quedado un poco de lado.
17. Pusha T – “Daytona”. Muchos dicen que el éxito de este disco es gracias a Kanye West, pues es él quien está detrás de toda la producción, además de intros, versos y gran parte del disco. El Rap nació como una forma de protesta entre minorías de gente de color, en específico los afroamericanos en Estados Unidos. Hoy día se ha convertido en un movimiento musical que es influencia en gran cantidad de personas. Este disco tiene ligeros cambios versátiles que le dan un toque distinto de otros lanzamientos, como en “Come Back Baby” y esa irrupción de líneas contrapuestas, que del mismo modo sucede en español en “Santeria”.
18. Soccer Mommy – “Clean”. El debut de Sophie consiste en un álbum simple, con los matices adecuados que hacen de un sonido casi directo desde el amplificador el complemento adecuado para unas letras muy emotivas, personales. Un álbum que no se mete en complicaciones respecto a la producción y que pudo haber nacido en la recámara o en la sala. Un limpio comienzo que muestra las tribulaciones en el pensamiento por las que todos hemos pasado en ese momento.
19. Gorillaz – “The Now Now”. Uno de los lanzamientos que dejó mucho a desear fue “Humanz”. Y si omitiéramos dicho álbum, no pensaríamos que este recién estrenado material es un regreso mucho más decente de la banda comandada por la máquina de talento que es Damon Albarn. Un álbum veraniego, con participaciones como las de Snoop Dogg, George Benson y Jamie Principle. Un disco mucho más accesible, bailable y aceptable respecto de su antecesor, que desde el comienzo comienza siendo bastante disfrutable con “Humility”. Albarn, el genio del Pop de nuestra era.
20. Nine Inch Nails – “Bad Witch”. Este disco supone la consumación de una trilogía de EP’s que fueron sacando durante los últimos meses. La forma en la que llevaron lo Industrial y lo Experimental es de mucha sorpresa e interés desde lo que hicieron con “The Slip” en el 2008. La clara línea del nihilismo que maneja el álbum se ve contrastada por la sutil melancolía de “Over And Out”, tal vez incluso desde “The Downward Spiral”, con estas canciones instrumentales en gran parte de su contenido, pero que por momentos recae en sonidos más agresivos. Un álbum perfectamente pensado y equilibrado en cuanto a sonido, así como completo respecto al manejo de emociones.