Su servidor no es muy fan del cine de musicales, sino es por Grease que fue herencia de mi querida madre, la verdad no hubiera visto ninguna, así que trataré de ser lo más objetivo que se pueda.
Para la segunda parte de Mamma Mia que al parecer es la precuela, continúa con la historia de Donna. Esta vez, Sophie echa un vistazo a la vida de su madre antes de dar a luz, mostrando la complicada relación con su madre (una diva de la música) y el viaje que la lleva hasta la isla de Kalokairi en el que conoce a los tres padres de su hija.
Mamma Mia se sitúa en el futuro que es el presente pero se enfoca en el pasado de Donne, sí, así de complicado están los tiempos en la pelí, pero si eres fan de ABBA, seguro te la pasas genial, hit tras hit acompañada de una coreografía y con un dramatismo que sólo los románticos podrían entender.
Tampoco se vayan a ver exigentes porque si bien la película tiene un buen soundtrack a nivel argumento no tiene sorpresas. Aunque su director y coguionista, Ol Parker, ha intentado incluir giros clave, ninguno de ellos tiene gran peso en la trama. Esta se limita a desarrollar la historia del diario de Donna (que se puede escuchar durante la canción Honey, Honey, de Mamma Mia! La película, y en escenas posteriores) y las píldoras de información que dan sobre los tres padres. Con respecto a este último punto, aquí descubriremos mucha información sobre el probable padre de Sophie,
A pesar de ello, sus creadores dejan claro cuál es el objetivo del largometraje: no pretende sorprender por su argumento, sino divertir a todos los que se acerquen a una sala de cine para disfrutar la nueva historia de Donna y Sophie, algo que consiguen casi desde el primer momento.
El final es apoteósico por veras a todas juntas, muertas y vivas, pasado, presente y futuro, a Cher, Meryl Streep, Christine Baranski y Julie Walters, así que si te gusta ABBA y los musicales, si, ve a verla.