El día de ayer en el Auditorio Blackberry se vivió un breve regreso al pasado; el encargado de este viaje fue Nick Carter, el integrante más pequeño de la boy band que hizo historia en los noventas: los Backstreet Boys.
Ahora, con 38 años de edad, tres discos de solista y nuevos proyectos con BSB, Carter hizo que la adolescencia regresara a nosotros por un instante. En el público podías ver desde treintones emocionados, llevando a sus hijos y bailando, hasta chicos con la edad que nosotros teníamos en la época gloriosa de MTV.
Carter interpretó “All american”, que forma parte de su tercer disco, cambiando la letra por “All Mexican”. Entre las canciones que sonaron de su carrera como solista estuvieron: “Blow your mind”, “I’m taking off”, “Horoscope”, y “Tijuana”.
Sin duda, las canciones más esperadas eran de los Backstreet Boys. La primera en sonar fue “Incomplete”, uno de los últimos sencillos de su gran época; después clásicos como “As long as you love me”, “I want It that Way”. Junto con “Show me the meaning of being lonely”, interpretó dos canciones que no fueron sencillos, pero que las fans inmediatamente identificamos: “Don’t wanna lose you now” y “I need you tonight” Grandes baladas del Millenium.
Por su puesto “Larger than Life” (en una versión más fresca) y “Everybody” sonaron. Estas canciones clásicas del pop y cuyos videos son icónicos hicieron que el público enloqueciera como adolescentes.
Al final, durante la presentación de los músicos, cada uno hizo su solo; el baterista decidió tomar un fragmento de One de Metallica, Nick cantó … “Darkness imprisoning me …” y continuó como sin nada … “Everybody, yeah…”. Me quedo con este momento para hacer una reflexión: Quizá algunos melómanos se avergüenzan de la música que los formó, o lo que escucharon de pequeños, de su primer concierto (en mi caso fue uno de BSB)
Por más que ahora ames el metal, el progresivo, el rock alternativo, el jazz, etc; la música es remembranza y no podemos negar lo que alguna vez nos hizo sentir, reír o bailar. En el caso particular del melómano “intelectual” millenial, lo que el rock niega es el pop, la pregunta es ¿Por qué negarlo si alguna vez lo disfrutaste?