En la edición número XV del festival de música electrónica y tecnología, MUTEK 2018, es importante mencionar la presencia del talento proveniente de Suecia, con dos de las presentaciones más profundas y experimentales de su cartel.
En la actualidad, Suecia se ha mostrado como uno de los referentes obligados de las propuestas electrónicas más vibrantes y propositivas dentro del orbe, y una prueba de ello es la novedosa orquestación de eventos como el Festival Norberg, celebrado los últimos días de julio de este 2018, que se ha destacado por ser un cartel compuesto bajo una curaduría de equidad de género (52% de su talento es femenino), con nombres de talla internacional como Lisa Stenberg, Astrid Gnosis o Caterina Barbieri, entre muchas otras.
Provenientes de ese refrescante concierto cultural y aparente extremismo natural, en donde las corrientes gélidas son moderadas noblemente por la influencia del mar báltico, llegan este año a MUTEK 2018 tres artistas suecos, dos mujeres y un hombre, que potenciarán de forma indecible la edición número XV del ya icónico festival.
No obstante, para la segunda noche del sábado 24 de noviembre (Nocturne 2), se prepara una simbiosis femenina que integrará a Suecia y México en una presentación que promete ser inolvidable, a cargo de Sissel Wincent y Camille Mandoki.
Además de sus performances dentro del festival, Camille & Sissel que estarán impartiendo talleres en CCEMX el 21 de noviembre y en Tijuana (Museo de la Historia de Tijuana) el 27 de noviembre.
Sin embargo, “Mujeres, la voz y tecnología en la música electrónica”, estará impartido por Sissel Wincent y Camille Mandoki; dirigido a personas interesadas en la expresión y exploración de la voz y las maquinas en la música y arte sonoro. Tiene como objetivo inspirar a más mujeres involucrarse en la escena electrónica, así como a toda personas a sentirse cómoda con el uso del lenguaje técnico y el aprendizaje a través de la experimentación sonora.
Además de las participaciones artísticas, este año se contará con la presencia de Sara Fors, directora general, y Johan Östman, director, del Festival Norberg, quienes estarán participando en diversas pláticas durante la duración del festival para expresar su visión y así poder llegar a una audiencia mexicana.
“La invitación que se le hizo a Sara y Johan del Festival Norberg a la CDMX para la edición de este año fue un paso importante para fomentar cómo generar un cambio sostenible. Es por ello que, Norberg es un festival sueco especializado en música electrónica y experimental además de arte que cuenta con un enfoque en la equidad de género desde el 2015 y por éxito que ha ocasionado se sigue presentando.
Así que debes de estar al pendiente porque próximamente se estarán anunciando nuevos talleres y dinámicas con el talento del festival, como Festival Norberg que une la música experimental y las artes visuales a la difunta minería de Mimerlaven, ubicada en el centro de un pequeño pueblo industrial de nombre Norberg, Västmanland, Suecia, desde que se inaguró en 1999.
Camille Mandoki que debutó hace unos años en MUTEK México con un formato de canción experimental, pero en tiempos recientes su trabajo el cual se ha tornado hacia la exploración, no solamente musical, sino del cuerpo mismo en el ámbito performático. de manera solista o acompañada por un grupo de colaboradores, Camille Mandoki ha trascendido y cuestionado el rol del performance dentro del escenario, siendo su voz, ideas y procesos, la guía sonora que traza su ruta musical.
Sin embargo, en el campo de exploración de Sissel Wincent es hacía lo rítmico, siendo el cuerpo mismo el espacio en donde se concentran las frecuencias y golpeteo intenso de sus presentaciones en vivo en donde las influencias del Doomcore, Gabber y Techno experimental logran un nuevo lenguaje sonoro que es a la vez primitivo y vanguardista.
Y finalmente, Flora, que es una convergencia entre los intereses más pop de Varg, por más orientado que esté hacia el techno e industrial. De AnnaMelina, la creadora de la voz ambiental y soñada, obtenemos canciones en las que el trap y el slow bass se evaporan en susurros dedicados principalmente a un corazón roto, y beats que incitan una especie de derretimiento. Impatience, una introducción única, es una balada nebulosa que fusiona los mejores elementos del trap y del synthpop.