Foto por Elhan Rodríguez.
Cassandra, mejor conocida como CocóCecé, es uno de los talentos mexicanos emergentes que más audiencia ha ganado rápidamente. Apenas en sus tempranos veintes y su EP “Bestias de Ciudad”, ha captado la atención del público con sus atuendos temáticos, esas curiosas máscaras con las que acostumbra aparecer en videos y en sus presentaciones, y mismas con las que los asistentes se identifican al acudir a los conciertos con máscaras hechas por ellos mismos.
Hay canciones con las que el público se siente más cercano, tal vez porque fueron las primeras que Cassandra escogió para ser sencillos porque observó potencial en ellas, y vaya que le ha funcionado. Retomemos, por ejemplo, “Todo Par Mí” y “Marginado”, que tienen una curiosa mezcla de R&B y Pop, y en las que su voz de contralto suele cobrar potencia a medida que la canción se desarrolla por el clímax.
No dejemos de lado “Niki”, una canción con dedicatoria para su hermana, y que está sobrado decir que fue de las favoritas de la noche. Un pequeño cuerpo de baile salía ocasionalmente a ilustrar visualmente las canciones, coordinándose en movimiento con la sincronía de las letras, añadiendo un poco de dramatismo a algunas líneas.
CocóCecé ha ido teniendo mayor aforo en sus presentaciones, sean al aire libre o en espacios cerrados, como aquella vez que le abrió a San Cisco en SALA. Poner un pie en el Lunario del Auditorio Nacional supone un crecimiento y un mayor reconocimiento para su música con un público en aumento.