Texto y fotos: Alejandra Vilchis
A las 5 p.m. se abrieron las puertas del pabellón del Palacio de los Deportes para reunir a las mentes más frescas y a los sentidos más agudos en un festival que expuso una galería de sensaciones, imágenes y ritmos que de sólo recordarlos aún se nos pone la piel chinita.
Esta propuesta colectiva surgió como una acción en pro de la creatividad, la libertad de expresión y las mentes socialmente responsables a través de diferentes expresiones artísticas: música, foto, pintura, diseño y moda.
14 representantes de diversos géneros de rock, indie y música electrónica nacional e internacional se alternaron simultáneamente en dos escenarios. La tarde abrió con Los Mcallister y Atomix, después The Oaths y Rey Pila, para llegar al momento de los Timothy Brownie, quienes le dieron un toque de magia al evento con brownies para el público.
Ya entrada la noche, el house y las mezclas electrónicas de las consolas de Guy Gerber y Holy Ghost! se apoderaron del Escenario Oeste y el público se entregó al momento, mientras que en el otro escenario sonaba la melódica voz de Denise Gutiérrez de Hello Seahorse! y la energía de Austin TV que incitó al público a pedir el encore.
Chromeo y Class Actrees estuvieron impresionantes, el público no los quería despedir, sin embargo ansiaban el momento de la noche: ver la eufórica actuación de Crystal Castles. Y así fue: con un show en el que pocas veces se ve a un vocal bajar del escenario y convivir muy de cerca con su público, expresando así el momento sagrado de la comunión entre un músico y sus fans.
Les dejamos un galería de imágenes para la colección privada de su mente.